lunes, 22 de septiembre de 2008

DESDE LA OSCURIDAD MAS REMOTA .......


El texto poetico a continuacion, es el complemento de una obra de camara compuesta para el quinteto HORA ZERO ESTILO CONTEPORANEO.




SONATA "URBANA"( estilo contemporaneo)
1mov- EL ATARDECER VIOLENTO EN LAS CALLES
2mov- LA SOLEDAD LUNAR EN LA NOCHE DE LAS PLAZAS
3mov- EL AMANECER GRIS DE LOS EDIFICIOS
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1- EL ATARDECER VIOLENTO EN LAS CALLES.
La lluvia (pedestre)
acribilla los charcos,
deforma los espejos,
estalla sobre el asfalto,
y se impregna (aferrándose)
a los cristales de la urbe.
Mi yo (pedestre aún),
se desplaza (ya sin sombra),
en medio de ese simulacro
de aplausos
a teatro lleno.
Una vez más
(microcéntrico),
contemplo el híbrido de letargo
y desesperación,
de los urbanos.
Bajo un balcón
(que simula un techo),
y todavía pedestre,
-taciturno,
miro los círculos concéntricos
de las gotas en la vereda.



2- LA SOLEDAD LUNAR EN LA NOCHE DE LAS PLAZAS.
Las esquinas de las plazas
son vértices,
cuyos caminos de cúpula arbórea,
-azul nocturna-
confluyen
en el mármol ciclópeo circular:
donde la Luna proyecta
su voz sin sonido,
a travéz del abismo.
Las esquinas de las plazas
son portales en el érebo,
por cuyas vías
los urbanos
se deslizan entre baldosas
-colmados de sueños-,
para llegar
-sin pensamiento alguno,
al anfiteatro central
donde la reina noche
tiene su trono de piedra.
Y en la hora trasnochada,
los maniquíes emergen sin rostro,
las estatuas son bufones ,
y los payasos siniestros pierrot,
-de imperceptible danza.
Finalmente,
los demiurgos sonámbulos
(y sin antifaz),
descansan en los bancos
y depositan sus pies
en lo que parece ser cesped,
pero es la tranfiguración física
de los sueños
de una ciudad dormida.



3- EL AMANECER GRIS DE LOS EDIFICIOS.
Envuelto,
en una silenciosa galería de cristales
(cincuenta metros bajo mis párpados),
amanezco el Lunes.
El éter gris perfuma la urbe,
y los colosos de cemento
se desperezan
con lagañas de vapor en sus ventanas.
Plantas bajas que bostezan
urbanos
y otros mamíferos:
para depositarlos en la acera.
Las primeras bocinas
comienzan a evaporarse
junto con el frío de la aurora,
en las narices doloridas
de los semáforos.
Es el amanecer
de una aglomeración
de arlequines,
de color gris y otoño.


FERNANDO BALESTRA